Las decisiones que han tomado las calificadoras de riesgo sobre la perspectiva de México y de algunas empresas del Estado, así como de algunos de los proyectos más emblemáticos del país, responden a una llamada de atención hacia el país, aseguró Marcos Martínez Gavica, presidente de la Asociación de Bancos México (ABM).

En entrevista con La Razón, el aún presidente del órgano que aglutina a los principales bancos del país, mencionó que las calificadoras están observando un crecimiento bajo de la economía mexicana, lo cual impacta directamente es sus notas crediticias.

Explicó que lo anterior se podrá revertir sólo con que las medidas que tome el gobierno den certidumbre a las inversiones e impulsen a empresas como Pemex; no obstante, aseguró que las decisiones no afectan las inversiones en el sector bancario, pues éstas se plantean por temas del presente, lo cual no afecta a las inversiones que hacen las instituciones financieras en México.

“A los bancos no nos ha afectado nada, porque están planteadas por cuestione muy del presente. Las calificadoras lo que lo que están viendo es que sigue un crecimiento bajo, el año que entra creo que tendrán que hacer algo al respecto, creo que es una llamada de atención muy a tiempo porque independientemente del resultado, las medidas que tome el gobierno tendrán su efecto de crecimiento a futuro”, destacó.

Es importante recordar que tanto Fitch Ratings, como Standard & Poor’s, realizaron una alerta sobre la posibilidad de bajar sus calificaciones, situación que podría impactar en una salida de capitales y una depreciación en el tipo de cambio.

El lunes pasado, S&P degradó de estable a negativa la calificación de Pemex, luego de que la semana hiciera lo mismo sobre la calificación de ésta.

En este sentido, el Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la decisión de la agencia responde a un “castigo” para el país, por las decisiones del pasado.

“Se está castigando al país por la política neoliberal que se aplicó en los últimos 36 años, que fue un rotundo fracaso, sobre todo en los últimos años y para ser más preciso el año pasado, que no teníamos nada que ver con el gobierno, pero nos toca pagar los platos rotos”, sostuvo.

Señaló que las más afectadas son las dos empresas del Estado, las cuales, en épocas pasadas habían sido saqueadas con actos de corrupción.

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